martes, 20 de diciembre de 2011

The Christmas Special Soul and Garage Party

El viernes 23 estaré poniendo discos en el Automático Bar de Córdoba. La fiesta irá, principalmente, a base de northern soul y garage, pero seguro que algún disco de ska y de pop español de los 60 se cuela en el set.


 
No paséis por alto el Jingle Bells de Booker T. & The MGs al más puro estilo Stax. Ideal para acompañar al cava y al marisco.

Feliz Navidad.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Link Wray & The Raymen


¿Puede un tema instrumental estar también sujeto a la censura y llegar a prohibirse en varias cadenas de radio? Situándonos en el contexto moralista y conservador de finales de los 50 en los Estados Unidos de América —con todos sus contrastes, eso sí—, cuando uno oye la chulería socarrona de Rumble y la oscura amenaza que destila ese sonido, puede llegar a entender que a los responsables de ciertos medios de difusión se les erizara el pelo al escuchar el tema y se imaginaran un país sumido en la obscenidad, el pecado y las revueltas callejeras. Incluso Archie Bleyer, productor de Cadence Records e impulsor del primer single de Link Wray and The Raymen (o "The Wraymen", como aparece escrito en ocasiones), empezó a inquietarse tras observar que el guitarrista perforaba el altavoz del amplificador con un objeto punzante para lograr un sonido más sucio en la grabación. Y eso ocurría en 1958.

Fred Lincoln "Link" Wray Jr nació en Dunn, Carolina del Norte. Durante los primeros años 50, cuando el rock'n'roll no estaba aún establecido a nivel nacional, las oportunidades en el negocio de la música para un chico blanco (con algo de sangre india shawnee, según él mismo solía asegurar) de Carolina del Norte sin intención de convertirse en crooner o en cantante country eran muy reducidas, así que Link y sus hermanos Vernon y Doug se alistaron en las fuerzas armadas. Durante la Guerra de Corea, Link contrajo una tuberculosis que le costó un pulmón, lo que le apartaría definitivamente de las tareas de cantante. En 1955, instalados en Washington, D. C., los hermanos Wray formaron junto con su amigo Shorty Horton la banda Lucky Wray and The Lazy Pine Wranglers, nombre que cambiaron un tiempo después por el de Lucky Wray and The Palomino Ranch Hands (al parecer, lo de "Lucky" tenía que ver con la buena suerte de Vernon con los juegos de azar). Con Link a la guitarra, Horton al bajo, Doug a la batería y Vernon como cantante solista, grabaron una serie de singles para Starday Records y un EP para Kay.

Doug, Vernon y Link Wray: lo suyo no era la guerra
Tras un conato improductivo de carrera en solitario como cantante, Vernon asumió las tareas de manager de la banda, ya reducida a trío bajo el nombre de The Ray Men. El grupo sería contratado como house band para el programa de televisión Milt Grant's House Party (el DJ local Milt Grant se convertiría en manager de facto de The Ray Men). En 1958, durante una de sus habituales actuaciones para el programa, el público les pidió insistentemente que tocaran The Stroll, el éxito de The Diamonds. En un intento de improvisar el tema, que no figuraba en su repertorio, Link rasgueó un blues de once compases y medio que hizo las delicias de la audiencia. El tema llegó a oídos de Archie Bleyer (se dice que fue su hija la que logró convencerle del atractivo de aquel sonido arrebatador), quien propuso el título de "Rumble" antes de ser producido para Cadence Records. En jerga coloquial, 'rumble' significa 'pelea callejera', y fue precisamente ese aire avieso, ese compás amenazador lo que motivó su prohibición en las emisoras de radio de varios estados. Aún así, el single alcanzaría el número 16 en las listas nacionales y se convertiría en lo que hoy todavía es el sonido distintivo de Link Wray y en el faro de infinidad de guitarristas como Pete Townshend, Jimmy Page, Jeff Beck, Jimi Hendrix, Neil Young, Jack Rose, Dave Davies y muchos más.

Algo inquietos con la imagen rebelde y el sonido perturbador de la banda, Bleyer y Cadence Records propusieron una producción más aseada en Nashville a cargo de los Everly Brothers para los siguientes trabajos, lo que no convenció a Link y sus chicos. Consiguientemente, firmaron un contrato con Epic, quienes publicaron en 1959 los singles Raw-Hide/The Dixie-Doodle, Comanche/Lillian y Slinky/Rendezvous; en 1960, Trail Of The Lonesome Pine/Golden Strings y Ain't That Lovin' You Babe/Mary Ann; y en 1961, El Toro/Tijuana. Epic también publicarían en 1960 el primer LP de la banda, con el título de "Link Wray & The Raymen" (pinchen en la foto de la carpeta o aquí), una joya de la historia del Rock'n'Roll que no se debe pasar por alto bajo ningún concepto.

Con el tiempo, Link y los Raymen empezaron a desconfiar también de Epic a medida que desde la discográfica se les pedía que suavizaran sus propuestas sonoras y estéticas, así que decidieron crear su propio sello, Rumble Records. Con él publicaron en 1961 otra de sus maravillas instrumentales, la intrigante Jack The Ripper. Cada vez que la oigo, con esa reverb de hueco de escalera, no puedo evitar acordarme de Suicide, y estoy seguro de que también Alan Vega y Martin Rev encontraron inspiración para su particular sonido en el rock'n'roll bronco, oscuro y desgarrado de Link Wray.

Trabajos posteriores vendrían auspiciados por Swan Records,  quizá la discográfica que más y mejor atención prestó a la banda, dándoles libertad para grabar lo que a ellos les viniera en gana durante el tiempo que duró su relación contractual, entre 1963 y 1967. A lo largo de ese periodo producirían temas irresistibles como Run Chicken Run, Ace Of Spades o I'm Branded, destellos de frenesí juvenil y rebelde con la guitarra Danelectro de Link como eje principal alrededor del que se construyen los temas.

Link Wray continuó grabando discos durante décadas posteriores, prácticamente hasta su fallecimiento en 2005, en Copenhague, donde vivía con su esposa Olive desde los años 80. Entre sus discos en solitario (algunos grabados con apenas una caja de ritmos como acompañamiento) hubo un paréntesis que dedicó a colaborar con Robert Gordon en los álbumes "Robert Gordon with Link Wray" (1977) y "Fresh Fish Special" (1978).

El legado de Link Wray ha impregnado prácticamente a todos los guitarristas de rock que hayan aparecido después de la publicación de Rumble. Él fue el creador del power chord, técnica mediante la que se ejecuta un acorde con sólo dos notas —la raíz y la quinta— confiriendo así más contundencia al sonido del acorde y sus armónicos desde una guitarra distorsionada, y permitiendo intercalar con más facilidad riffs y solos. Si, como decía Frank Zappa, "la guitarra eléctrica es el instrumento más obsceno que existe", buena parte de culpa —o toda— la tiene Link Wray y el sonido que acuñó. Si él no hubiera existido, otros guitarristas como Pete Townshend (en propias palabras del músico inglés) jamás se habrían colgado una guitarra eléctrica.

domingo, 11 de diciembre de 2011

The Shadows Of Knight - Gloria

De todas las versiones del Gloria de Them que he oído, destacan por encima del resto la que incluyeron Thee Midnighters en su "In Thee Midnight Hour" y la de The Shadows of Knight en su LP debut, que lleva el título del clásico de Van Morrison. También recuerdo con cariño la que grabara Patti Smith para "Horses", disco que, admito, me insufló la valentía suficiente para reconocerme en mis raíces musicales y fundar Tarik y la Fábrica de Colores, distanciándome de la pantomima afterpunk en la que llevaba años inmerso. De hecho, uno de los primeros temas que empezaron a sonar desde nuestros primitivos amplificadores en aquel local de ensayo (una granja de conejos en las afueras de Córdoba) fue, precisamente, una versión de la versión de Gloria de Patti Smith. Entre balas de paja, ese "Jesus died for somebody's sins, but not mine" de In Excelsis Deo —la introducción que da paso a la versión del tema de Them— se convertiría en nuestro grito de guerra.

El acierto en la interpretación de Gloria por The Shadows of Knight reside en la juvenil energía y aparente displicencia punk que la banda imprimía a su repertorio. El tema, una obra maestra de la música popular de los últimos tiempos, les venía que ni pintado: rasgueo feroz de guitarras, repetición hipnótica de los riffs y los patrones rítmicos, y una voz nasal, adolescente, enrabietada. El columnista Dave Barry dijo, a propósito de la simpleza de esta canción de tres acordes, que "si tiras una guitarra por unas escaleras, tocará sola Gloria hasta llegar abajo".

The Shadows of Knight se formaron en 1964 en un barrio periférico de Chicago, inicialmente bajo el nombre de The Shadows, hasta que descubrieron que en Reino Unido había un grupo con el mismo nombre y decidieron cambiarlo considerando la sugerencia de un amigo. Los miembros originales eran Warren Rogers (guitarra solista), Roger Spielmann (guitarra rítmica y solista / voz), Norm Gotsch (guitarra rítmica), Wayne Pursell (bajo), Tom Schiffour (batería) y Jim Sohns (voz), que entonces tenía sólo 16 años. En 1965, Joe Kelley sustituyó a Pursell al bajo.

The Shadows of Knight: luces y sombras

Después de un rodaje por salas del noroeste de Chicago y de telonear a The Byrds, firmaron un contrato con Dunwich Records (discográfica de bandas como The Del-Vetts, Sounds Unlimited o The Mauds), que publicaría el single Gloria en diciembre del 65. La versión original de Them había sido censurada por WLS —una de las emisoras de radio más importantes de Chicago— por el contenido de la letra, pero he aquí que The Shadows of Knight cambiarían la frase "she comes to my room, then she made me feel alright" por "she called out my name, that made me feel alright". El single sería programado con fruición el la emisora local, alcanzando el número 1 en su lista particular y el número 10 en las listas nacionales. Si no llegó a número 1 en USA fue porque Dunwich Records carecía de capacidad de maniobra para coordinar la publicación simultanea en todo el país, lo que, sin duda, restó impacto en el mercado nacional.

La discográfica no tardaría en auspiciar la producción del primer LP. La mayoría de las canciones del álbum (pincha en la foto de la portada o aquí) tienen la esencia del blues de Chess, como evidencian las versiones de I Just Want To Make Love To You, Oh Yeah, You Can't Judge A Book By The Cover o I Got My Mojo Working, pero también los temas propios están impregnados de ese sonido que ellos mismos describían como "The Stones, Animals o Yardbirds con la influencia del blues de Chicago". Al fin y al cabo, The Shadows of Knight no hacían sino destilar en su música lo que era propio de las raíces de su lugar de nacimiento, mezclándolo con la electrizante British Invasion del momento.

Un gran segundo álbum, "Back Door Men", se publicaría en 1966, aunque ninguno de los singles posteriores alcanzarían la popularidad del primero. Eso propició el desánimo y la consiguiente disolución del grupo a pesar de enormes temas como Bad Little Woman o I'm Gonna Make You Mine.

Con Jim Sohns como único miembro de los originales Shadows of Knight, Buddah Records aún publicaría un LP en 1969 con el desconcertante título de "Shadows Of Knight". Sin embargo, la producción, a cargo de Super K (Jerry Kasenetz y Jeff Katz, maestros del bubblegum) hizo un flaco favor al sonido que cualquier fan esperaría de ellos. Dicho esto, el single Shake es, en mi opinión, un destello de genialidad.

Sohns navegaría por años de dudas y tribulaciones, llegando incluso a trabajar como manager de otras bandas. En 1978 dio un puñetazo a Sid Vicious en un club de Nueva York, tirándolo escaleras abajo. En 1980 fue encarcelado por un delito grave de posesión de drogas, aunque al final consiguió cumplir sólo tres años de condena. En prisión formó una banda que llamó Jimy Sohns and the Cons, con la que ganó el premio del Festival de Blues del Mississippi en dos ocasiones. Genio y figura.

La reedición de "Gloria" por Sundazed en el 2000 incluye las nada prescindibles tomas alternativas de Oh Yeah y I Got My Mojo Working, y el single Someone Like Me, uno de mis temas favoritos de The Shadows of Knight.

Que lo disfruten.


jueves, 8 de diciembre de 2011

The Remains


El otro día, mi amiga Josielo me confesaba su dicha por conocer la música de The Remains. Josielo es británica y vive en Camden Town, privilegiado lugar de residencia que le brinda la oportunidad —con permiso de la libra esterlina— de comprar tantos discos y acudir a tantos conciertos en la capital del Reino Unido como pueda abarcar. Apasionada de la música popular de los 50 y 60 en general y del sonido garage americano en particular, no tuvo reparo en admitir que su devoción por este género no podía ser tan grande antes de escuchar por primera vez Why Do I Cry. Yo, por mi parte, no podría sacar pecho como creador de un blog sobre músicas por el bien de la humanidad si no dedico una de las primeras entradas de este aún bisoño diario a la banda de Barry Tashian.

The Remains eran de Boston, localidad en la que, a mediados de los 60, sus conciertos convocaban a legiones de fans dispuestos a sufrir colas interminables antes de entrar a The Rathskeller, donde recibirían la descarga eléctrica que el repertorio del grupo liberaba en directo.

Con un talento sobresaliente como músicos profesionales y un sonido y producción de gran calidad en sus grabaciones, nunca abandonaron el lado afilado del rock, lo que les ha mantenido siempre asociados a la escena garajera. A pesar de disolverse a finales de 1966, su creciente estatus de banda de culto les ha hecho reunirse en varias ocasiones hasta el 2006, año en el que llevaron a cabo una gira por Europa.

La calidad del repertorio de The Remains, con un buen número de composiciones propias a cargo del cantante y guitarrista Barry Tashian, el bajista Vern Miller y el teclista Bill Briggs, es tan buena que hacen del LP que publicó Epic en 1966 (pinchen el la foto de la carpeta o aquí) un documento imprescindible de rock bravo, compacto y elegante, sin rellenos de urgencia ni versiones mal resueltas para salir del paso, como ocurría con otras bandas del momento, capaces de facturar algún buen single que otro pero desafortunadas en los álbumes. Es increíble lo frescos y actuales que suenan temas como Heart, Don't Look Back, Why Do I Cry o Me Right Now, por citar sólo algunos. El disco fue reeditado por Epic/Legacy en 1991 con material inédito añadido que no resulta en absoluto superfluo, si bien la masterización digital y el CD como soporte restan contundencia al sonido original de la banda. La brillante versión del Mercy, Mercy, Mercy de Don Covay, por cierto, seguramente hiciera enrojecer a los Rolling Stones en su momento.

The Remains: Bill Briggs, Rudolph "Chip" Damiani, Barry Tashian, Vern Miller

Injusta e incomprensiblemente, y como ocurre ahora y siempre con otros artistas de talento, el destino no sería generoso con The Remains. A pesar del éxito local, de los elogios de la crítica, de la exquisita sucesión de singles que se inició con aquella versión del clásico de Bo Diddley y Willie Dixon Diddy Wah Diddy, y de actuar como teloneros de The Beatles en su gira por los Estados Unidos en 1966, no alcanzaron la repercusión nacional que sin duda merecían y les hubiera llevado a los puestos privilegiados de las listas.

Por suerte, aquí estamos unos pocos para, como Josielo, disfrutar gustosamente de las soberbias canciones que dejaron The Remains para la Historia. Eso es imborrable y permanecerá ya siempre.

Que lo disfruten.

The Remains - Why Do I Cry

domingo, 4 de diciembre de 2011

The Sapians

The Sapians (deletreado así, aunque en algunas publicaciones se les nombra como "The Sapiens") eran una de las mejores bandas de garage del Valle del Hudson, Nueva York. Si bien hasta 1969, año de su disolución, cambiaron algunos miembros, fue su formación original la que facturó uno de los mejores 7" de su género que he oído nunca: "Love Ain't Makin' It No More" b/w "Ask Yourself Why Baby" (Mercury 72505, 1965). Por entonces, el grupo estaba formado por Ronald Black (bajo y voz), Patrick Hearns (guitarra solista y voz), Steve Peters (batería y voz) y Guy White (guitarra rítmica y voz).

Aquellos adolescentes se convirtieron en héroes locales cuando, en septiembre del 65, la Junta de Educación de Ne
wburgh no les permitió volver a clase debido a la longitud de su pelo. A pesar de las cartas de los responsables de Mercury Records a las autoridades, los chicos estuvieron un año sin poder ir al instituto.

Cuesta creer que un grupo tan bueno no tenga un álbum publicado, pero es un hecho tan cierto como lamentable. La carrera
discográfica de The Sapians se reduce a su impresionante single. La última formación de la banda se disolvió en el 69 con sólo ya dos miembros originales: Hearns y Black. Este último falleció en diciembre del 2000, en Canadá. Patrick Hearns grabó tres álbumes en solitario con el nombre de Hopney. El psicodélico "Cosmic Rockout" (Illusion, 1977), por cierto, está disponible en CD.

Que lo disfruten.


The Sapians -
Love Ain't Makin' It No More


The Sapians - Ask Yourself Why Baby